Suele decirse que el frigorífico es el rey de la cocina, por lo que podemos afirmar que también lo es de toda la casa. Un electrodoméstico tan esencial en nuestro día a día que, como todos los demás, nos damos cuenta de su importancia cuando comienzan a fallar y de la importancia de un buen servicio técnico. Que deje de funcionar el frigorífico y el congelador es bastante más problemático que cualquier otra máquina, puesto que casi todo mortal se ha encontrado en algún momento en la situación de no saber qué hacer con tanta comida.
El mejor frigorifico
Un frigorífico tiene una vida media de 15 años, es por ello que, si estamos planteándonos comprar uno nuevo, nos paremos a analizar algunas claves necesarias para acertar en nuestra compra y elijamos el mejor frigorífico que se ajuste lo máximo posible a nuestras necesidades.
-Tamaño: es el primer punto y más importante. Debemos saber de antemano qué espacio exacto disponemos en nuestra cocina para el frigorífico, además de cuántas personas componen la casa y se alimentan a diario. Es decir, qué cantidad de comida solemos guardar con regularidad. Antes de plantarse en la tienda o sección de electrodomésticos de cualquier centro comercial es esencial llevar las medidas apuntadas, sin olvidar, por supuesto, el espacio con el que contamos para abrir la puerta del frigo. Hay que asegurarse de medir correctamente la altura, anchura, profundidad del hueco, así como la distancia disponible para abrir la puerta y el lado hacia donde queremos que se abra.
-Modelos de frigoríficos: Una vez determinado el tamaño que debe tener nuestro frigorífico, comenzamos a mirar el modelo de diseño que queremos. Tenemos multitud de variedades y estilos para todos los gustos en el mercado:
– El frigorífico combi: Sin duda el más vendido en el mercado español. Ideales para los hogares de tamaño medio, ya que cuenta con una sola puerta y congelador en la parte inferior. Es muy importante que cualquier frigorífico que elijamos cuente con el indicador de temperatura, en su interior o exterior, para asegurarnos que enfría y congela bien y así evitar cualquier intoxicación alimentaria.
-Integrables: En estos frigoríficos la belleza reside en el interior. Y es que antes de instalarlos parecen no decir nada a simple vista, ya que son fabricados precisamente con el fin de que vayan dentro de los muebles de la cocina, quedando totalmente ocultos. Son frecuentemente utilizados en cocinas de diseño, donde lo que prima es el tipo de mobiliario, dando así sensación de uniformidad.
– Panelables: Se trata de un tipo de frigorífico de término medio. Los electrodomésticos panelables se instalan libremente, pero la diferencia reside en que puedes colocarles un panel adherido a la puerta, para que queden parcialmente cubiertos y se confundan con el diseño del mobiliario de la cocina. Por ejemplo, los lavavajillas y lavadoras panelables lo único que se puede ver es el cuadro de mandos.
-Americano y “side by side”: Si disponemos de una cocina amplia y son muchos los miembros de una casa, estos dos tipos de frigoríficos nos pueden interesar. Son normalmente confundidos por tener doble puerta, pero se diferencian fundamentalmente en el tamaño: el americano mide 90 cm de ancho x 170 de alto, mientras que los “side by side” tienen 180 cm de alto x 60 cm de ancho para congelador y otro 60 cm. para la propia nevera.
– Eficiencia energética: Comprar un frigorífico, así como cualquier otro electrodoméstico, que ahorre en la factura de la luz es un plus esencial en estos tiempos en los que hemos visto cómo se dispara la factura de la luz. Más teniendo en cuenta que el frigo no deja de funcionar todos los días durante prácticamente los 15 años de vida que tiene. El etiquetado A+, A ++ o A+++ son los recomendados en este sentido para ahorrar lo máximo posible en consumo energético.
– El ruido que producen los electrodomésticos comienza a ser algo que está quedando atrás debido a los últimos avances tecnológicos introducidos en el diseño de las máquinas. Es recomendable observar que cuente con la funcionalidad no-frost para evitar tener que descongelar para eliminar las placas de hielo formado, y que tenga también diferentes zonas de frío para conseguir una óptima conservación de cada tipo de alimento.
– Otros aspectos que suman valor añadido es el diseño del frigorífico: colores y acabados que vayan en consonancia con el estilo de toda nuestra cocina. También debemos valorar si es importante para las necesidades de nuestra casa que cuente con dispensador de agua o hielo o si preferimos que tenga pantalla LCD, entre otros aspectos.