Si quieres que tu lavadora dure más tiempo debes someterla a periódicas labores de limpieza para evitar no solo la aparición de cal, sino también de mohos y suciedad incrustada.
A medida que el agua aumenta su contenido en cal, se va convirtiendo en más dura, siendo Tenerife un lugar en el que su agua está calificada como agua dura intermedia, lo que supone que contiene entre 50-100 mg/l de carbonato cálcico.
Este tipo de agua no es la más recomendable ni para el consumo humano ni para su uso en el hogar, pues afecta negativamente a los electrodomésticos que necesitan de ella para funcionar. Es el caso de la lavadora, un electrodoméstico basado en varios ciclos de limpieza gracias a la acción del agua y la fuerza centrífuga.
Efectos negativos de la cal en tu lavadora
Los efectos negativos de la cal en la lavadora son varios y pueden suponer un aumento considerable del gasto en el hogar. Estos efectos son:
- Acorta su vida útil y provoca graves averías
- Minimiza su rendimiento
- Obstruye las tuberías debido a las incrustaciones
- Aumenta el gasto en productos de limpieza
- Incrementa el consumo energético, dado que las resistencias precisan hasta un 60% más de energía
- Dispara el uso de detergente hasta el 75% para lograr una limpieza óptima
Conocidos los efectos de la cal en la lavadora, es preciso alargar su vida útil pues es uno de los electrodomésticos del hogar más utilizado a diario. A continuación te damos una serie de consejos para evitar la formación de cal y que tu lavadora dure más tiempo.
Consejos prácticos para un mantenimiento diario
La primera acción que tendrás que tener en cuenta para mantener limpia tu lavadora es no llenarla a tope de ropa cuando vas a realizar un lavado, puesto que si superas la carga recomendada terminarás estropeándola. Además, puede ser que tu ropa no quede lo limpia que deseas.
Otro de nuestros consejos es que cuando finalice un lavado, procures dejar siempre la puerta abierta de la lavadora para que haya ventilación interior y así evitar humedades y la creación de moho. De no hacerlo se puede producir mal olor en la ropa y en el interior del electrodoméstico. No te olvides de limpiar cada dos meses los compartimentos donde pones el detergente y el suavizante, así como el exterior del electrodoméstico con una bayeta. Limpia también con un trapo humedecido en agua y lejía, y después de cada lavado, la junta de goma de la puerta de la lavadora, pues es donde se acumula la suciedad que se desprende de los tejidos, así como todo tipo de objetos desprendidos de la ropa.
Limpieza a fondo de tu lavadora
Si ya has tomado nota de estos primeros consejos, te contamos ahora cómo realizar una limpieza a fondo de tu lavadora para mantenerla a raya de la cal producida por el agua de Tenerife. Para limpiar una lavadora de carga frontal debes seguir los siguientes pasos:
1-Hacer un lavado con agua a alta temperatura. Llena la lavadora de agua muy caliente como si fueras a hacer un lavado Kelvinator, Edesa, Whirlpool, Amana, Bosch, Balay, Superser. El agua muy caliente es ideal para eliminar desde las manchas más difíciles hasta las bacterias. Si tu lavadora no posee ciclo de autolimpieza añádele al agua un litro de lejía o de vinagre blanco. Si lo tiene, no es necesario añadir ningún producto al agua.
Dado que el agua de Tenerife es dura intermedia, debes repetir el mismo paso, es decir, hacer un nuevo lavado con agua, pero en esta ocasión añadiéndole un producto antical al agua caliente.
2-Limpiar el filtro. Finalizado el primer paso, vamos a proceder a la limpieza del filtro. Este elemento suele estar ubicado en la parte inferior derecha de la lavadora Edesa, Corbero, Teka, Liebherr, Fagor. Antes de abrir su compuerta, desenchufa el aparato de la toma de corriente eléctrica. Abre la compuerta del filtro y comprueba que el tubito ubicado junto a él no tiene agua. Coloca una toalla o recipiente en el suelo antes de proceder a desenroscar la tapa del filtro para su apertura, pues es muy posible que salga algo de agua. Extrae el filtro y límpialo de los residuos que pueda albergar debajo de un grifo con un cepillo. Procede a girar una turbina que hay en su interior para eliminar todos los restos que haya dentro. Una vez limpio, vuelve a introducirlo en el mismo lugar y enróscalo, cerrando también la tapa.
Si diariamente sigues los consejos que te hemos dado anteriormente, tu lavadora quedará limpia de cal y durará más tiempo. Si lo deseas, puedes añadir algún producto antical de forma habitual para evitar que este mineral se acumule en tu electrodoméstico.