Aunque es realmente importante contar con electrodomésticos con una alta eficiencia energética, existen otras muchas maneras también de reducir el consumo energético y que resultan muy importantes de conocer. La razón es que además de cuidar bien nuestro electrodoméstico, contribuiremos a alargar su vida útil, nos ahorraremos algunas averías costosas que son fácilmente evitables y reparaciones de nevera costosas.
En este sentido es fundamental, no solo con nuestro frigorífico sino con cualquier otro electrodoméstico o equipamiento del hogar, llevar a cabo un mantenimiento adecuado y realizarlo de forma constante.
Repasamos algunos consejos útiles para que conserves bien tu frigorífico desde el primer día y ahorres en tu factura de la luz:
Limpia con asiduidad las juntas y mantenlas en perfecto estado
Son las encargadas de aislar el interior del frigorífico y mantener el frío. Por tanto su trabajo es vital para un correcto funcionamiento del electrodoméstico, para ahorrarte mucho dinero y mantener tus alimentos en perfecto estado. De corroerse el plástico, habrá puntos de fuga para el frío, por lo que la máquina deberá de trabajar mucho más para mantener la temperatura y compensar el escape.
Para evitarlo, busca de vez en cuando zonas agrietadas o partidas, algo tan sencillo como realizar un examen visual y asegurarnos con nuestras propias manos del estado de las juntas. Puedes seguir este truco: si cierras la puerta con un billete o papel en medio y ofrece mucha resistencia al intentar sacarlo, entonces todo está correcto.
Limpia las juntas de la nevera con una bayeta y usa limpiador multisuperficie. Frota de forma suave y seca en el mismo momento antes de cerrar. Otro truco casero es echar un poco de vinagre blanco para evitar que genere moho.
Otro gesto muy básico pero que te ayudará a ahorrar y que no está de más recordar, se trata de no abrir la puerta de forma innecesaria.
Asegúrate de que tu frigorífico está nivelado
Es un gesto realmente importante. Cuando una nevera está equilibrada sobre sus cuatro patas, la puerta se cierra automáticamente y se sella con la fuerza correcta. Puedes comprobarlo con un nivel de carpintero, ajusta las patas una a una mediante sus patas giratorias, hasta que la burbuja te dé el OK.
– Atención a la bandeja de goteo y el orificio de drenaje
Al contener alimentos nuestro frigorífico transpira, por él circula agua, bacterias, restos de comida, etc. Todo esto conforma un cóctel que se condensa y acumula en algunas zonas, como las bandejas de goteo, los orificios de drenaje y otros conductos.
De no mantenerlo limpio pueden provocar el deterioro del electrodoméstico con el tiempo. Por eso es necesario limpiar periódicamente cualquier resto con una bayeta mojada en jabón. Además, eliminaremos malos olores y ganaremos en higiene y por tanto en mayor salubridad en la conservación de los alimentos.
Mantén limpio el serpentín del condensador
El serpentín se encuentra en la parte trasera o inferior de tu frigorífico, es una parrilla normalmente negra, formada por un tubo retorcido. Pues bien, cuando se cubre de polvo no puede trabajar de forma eficiente y necesita hacer mayor esfuerzo, aumentando el consumo eléctrico y poniendo en peligro la integridad del electrodoméstico entero.
Lo podemos limpiar de forma muy sencilla, o bien con la aspiradora o un plumero cada dos meses.
Si no tiene un No Frost, descongela cada cierto tiempo
Las paredes cubiertas de hielo en el congelador aumentan el trabajo del aparato para mantener el frío y multiplican las posibilidades de sufrir una avería. Por ello es indispensable realizar una descongelación cada cierto tiempo para mantener su correcto funcionamiento.
Adecua la temperatura del frigorífico y el congelador a las estaciones de verano e invierno
Es un básico que no todo el mundo hace. La temperatura de la casa y sobre todo de la cocina no es la misma con el frío del invierno que en verano. Por lo que la exigencia de la nevera ha de ser distinta y adaptada a cada estación
En este sentido, puedes bajar un punto en los meses más fríos, siempre teniendo en cuenta lo que añade la calefacción en casa, ya que de estar muy alta puedes estar haciendo trabajar al frigorífico como si fuera agosto.