El ajetreado ritmo de vida actual, repleto de responsabilidades y compromisos que llenan nuestro día, hace que cada vez tengamos menos tiempo para casi cualquier tarea doméstica. Los electrodomésticos que componen nuestro hogar tienen como función hacernos la vida más sencilla y fácil, ahorrarnos tiempo y esfuerzo, lo que a veces nos va volviendo más cómodos.
Problemas habituales del lavaplatos
Cada una de las máquinas del hogar nos soluciona una tarea cotidiana y el lavavajillas es ese electrodoméstico maravilloso que nos quita la farragosa tarea de fregar cada plato y cada cubierto. Una máquina imprescindible para los más ocupados y que sin embargo, como pasa con casi todos los electrodomésticos, reparamos en ella cuando se estropea o deja de cumplir bien su función por cualquier razón.
Por ello, no está de más recordar alguno de los problemas más habituales que nos encontramos durante el uso de un lavavajillas, para así conocer nuestro electrodoméstico, mantenerlo mejor y ahorrarnos un dinero con el servicio técnico de lavavajillas. Bosch, Edesa, Fagor, Whirlpool, Aeg, Teka, Corberó, Balay
La vajilla que no sale limpia
Pocas cosas pueden resultar tan molestas como la siguiente circunstancia: Llenar el lavavajillas, poner el programa de lavado en funcionamiento, y una vez acabado el mismo abrir la puerta para encontrarte con la vajilla casi más sucia que cuando la metiste. Tiempo y agua a la basura.
Hay que saber que esta suciedad a veces es ocasionada por un mal funcionamiento de las aspas. Para evitar este problema es tan sencillo como asegurarnos antes de cerrar el lavavajillas de que el aspa inferior no está obstruido o que ningún plato está interfiriendo el recorrido del mismo.
Arena en el cristal
Si al acabar el lavado abrimos el lavavajillas y vemos una especie de arena en los vasos y demás elementos de cristal, nos encontramos con un problema muy común y que puede deberse a varios factores. Entre los que tenemos que barajar para ir descartando el origen de la arenilla, es primero la pastilla de detergente que estemos usando, después la calidad del agua, la calidad del cristal de nuestra vajilla y, por último, algún problema con el electrodoméstico.
La solución a veces es algo tan sencillo como la falta de suficiente abrillantador. Para saberlo podemos lavar a mano uno de los vasos y comprobar cómo queda. Si la suciedad se ha ido, definitivamente es la falta de abrillantador, si persiste puede deberse a la mala calidad del vidrio o a la existencia de algún problema técnico del lavavajillas.
Problemas con la pastilla
Otro de los problemas más comunes es que al acabar el lavado nos encontremos con la pastilla a medio disolver. Algo que puede ocurrir si está fallando la resistencia o hay otros problemas como la falta de suficiente agua o el interruptor de nivel.
Si cada vez que abrimos el lavavajillas nos encontramos con esta circunstancia que se repite, no debe tardarse en contactar con un profesional técnico para que revise y repare el electrodoméstico.
Toma de tierra
Puede ocurrir que a veces al rozar o tocar el lavavajillas, así como cualquier otro electrodoméstico, sintamos una pequeña descarga eléctrica. De ocurrir así, lo más probable es que sea necesario instalar una toma de tierra. Si el fallo viene ocasionado por el propio electrodoméstico, hay que aclarar que en ese caso saltaría el diferencial. Es por tanto recomendable asegurarse a través de un profesional técnico de que nuestro electrodoméstico esté bien instalado.
Consejos para cuidar nuestro lavavajillas
Alargar la vida de nuestro lavavajillas es posible llevando a cabo una serie de sencillos gestos para mantenerlo mejor. Se trata de trucos y detalles básicos, como por ejemplo limpiar de forma periódica el filtro y el brazo de aspersión, puesto que los restos de comida y suciedad se van acumulando y pueden obstruir y averiar nuestro electrodoméstico, además de dejar toda la vajilla más sucia que cuando la metimos a lavar.
Otros aspectos importantes es elegir el programa de lavado más adecuado a cada circunstancia, también se debe tener en cuenta la dureza del agua y la cal, que es diferente en cada ciudad. Por tanto, debemos adaptar el funcionamiento del lavavajillas y optimizar sus recursos al máximo.
Por último, es básico saber utilizar la cantidad de sal adecuada para nuestro lavaplatos, algo que el fabricante nos tiene que indicar: cuánta sal es necesario utilizar y bajo qué condiciones.