La lavavajillas nació a finales del siglo XIX de la mano de Josephine Cochrane, la esposa de un político estadounidense, harta de que varias piezas de su preciada vajilla, se rompieran durante el lavado después de algún evento social.
Las reuniones sociales en casa de Josephine, eran más que habituales y la cantidad de vajilla sucia tras estos eventos era muy considerable. Las chicas del servicio rompían más platos a menudo de lo normal. Evidentemente ella no hacía aquella tediosa tarea reservada al personal de servicio de su casa, pero la ruptura de muchas piezas de su lujosa vajilla empezó a suponer para ella un problema, sobre todo si tenemos en cuenta que algunos de los platos de los que disfrutaban sus invitados; era porcelanas chinas del siglo XVII.
Entonces empezó a lavar ella misma los platos, pero pronto se cansó y pensó que debía haber un modo mejor de lavar la vajilla, sin que esta se lastimara. Un buen día decidió solucionar esta situación y se puso manos a la obra, en el diseño de una maqueta de la primera lavavajillas. Este ímpetu creador le venía de familia, ya que su padre era ingeniero civil y su abuelo el inventor Jonh Fitch, conocido por su avances en el diseño del barco de vapor.
Poco después del diseño del prototipo de lavavajillas, su marido falleció y las deudas empezaron a agobiarla. Esta situación lejos de hundirla, le dieron fuerzas para seguir adelante con el desarrollo de la primera lavavajillas. En un cobertizo junto a la casa familiar en Illinois, montó el prototipo de la lavavajillas. Este consistía en dos piezas básicas; una caldera de cobre y una serie de compartimentos de tela metálica, para encajar platos y cubiertos de diversas medidas. Estos cajones iban insertados en una rueda, que giraba al accionar un motor. Esta reposaba sobre la caldera de la que salía agua jabonosa caliente y llovía sobre la vajilla. Suena complicado para ser finales de los años 1900 y por tratarse de que una mujer fue la inventora e la primera lavavajillas.
Cuando se animó a patentar su lavavajillas en 1886, descubrió que tres décadas antes, un tal Joel Houghton había inventado otra máquina con la misma función. Sin embargo, todo quedó en un susto, por que la patente de Joel había sido rechazada porque el montaje, era demasiado complejo y poco práctico. Josephine comenzó a vender lavavajillas a su circulo de amigos. También anunció en los periódicos la lavavajillas que vendía, con el nombre de; Lavaplatos Cochrane. Creó su propia empresa, Garis-Cochran Dish-Washing Machine Company, que más tarde se convertiría en KitchenAid, como parte de Whirlpool Corporation.
Los restaurantes y hoteles acogieron el ingenio con los brazos abiertos. Mucho más cuando la mujer presentó su lavavajillas, en la Feria Universal de Chicago en 1893. Los particulares, sin embargo, no recibieron ela lavavajillas con entusiasmo. Había varios inconvenientes, el principal era que la electricidad aún no llegaba a todos los hogares, los cuales tampoco tenían calentadores que subieran la temperatura, del volumen del agua que usaba la lavavajillas. la primera lavavajillas era grande y aparatosa para tener en un hogar, que en general tampoco tenía grandes vajillas a las que sacar brillo. Además, el jabón dejaba residuos porque el agua era dura y por otra parte, muchas mujeres aseguraban que lavar los platos a mano; era una tarea que les agradaba y relajaba por tradición. Por eso; para contrarrestar todos estos inconvenientes y como estrategia para conseguir compradores; destacaban como principal virtud de la lavavajillas, que era la desinfección. El agua hirviendo que salpicaba los platos, los liberaba de gérmenes y prevenía posibles infecciones entre los comensales.
El auge de la lavavajillas tardó en llegar. A mediados del siglo XX, la bonanza económica que vivía Estados Unidos y el aumento desmedido del consumo de ocio; fueron claves para que por fin la lavavajillas se popularizara. Lavar los platos era poco moderno, el ama de casa debía ser más independiente, disponer de más tiempo para el ocio. Poco a poco, los jabones mejoraron, las lavavajillas se hicieron más pequeñas, los diseños más atractivos y con el pasar de los años, se extendieron por todo el mundo.
Con la evolución de la lavavajillas, hoy en dia cuenta con una o más bandejas deslizantes en las que se coloca la vajilla. Fabricadas en plástico o metal, suelen estar diseñadas para introducir el mayor número de elementos: los platos apoyados en soportes verticales, los vasos en una cubeta, etc. También cuentan con un filtro que retiene los restos más gruesos y debe ser limpiado periódicamente. En los modelos más nuevos, se sustituye éste filtro por una trituradora, por la cual se hace pasar el agua, de manera que se eliminan los restos de comida sin necesidad de tener que limpiar un filtro.
Hay en el mercado de lavavajillas con doble toma de agua, para fría y para caliente, mas conocidas como; lavavajillas bitérmicos, el programador toma agua de una u otra parte, según sea necesario. La ventaja es que los ciclos de lavado son más cortos, puesto que no es necesario el tiempo de calentamiento o al menos, es más corto.
Reparación lavavajillas tenerife
A continuación algunos consejos para la mejora del uso de la lavavajillas:
- Antes de poner los platos en el lavavajillas, limpie los restos de comida con un trapo o servilleta de papel.
- Sea cuidadoso al colocar la vajilla en el interior del lavavajillas: separe bien los platos para que no se toquen entre sí.
- Compruebe que las aspas pueden girar sin tropiezos, asegurese que no hay ningún utensilio largo o que esté colocado de forma vertical dentro del lavavajillas, para que que tenga contacto con ellas.
- Compruebe los niveles de productos (sal y abrillantador). Si son los adecuados, le ayudarán a lavar y secar mejor.
- El programa Eco o los de baja temperatura ahorran más energía que el programa Normal. Ya hay detergentes con buenos resultados a baja temperatura.
- Una vez que ha terminado el programa de lavado, espera una media hora antes de abrir el lavavajillas. Si se abre rápido, los platos se enfrían rápidamente y se produce la condensación del vapor. No obstante; en el lavavajillas cerrado, el calor contribuirá a que se evaporen los restos de humedad.
- Saque y limpie el filtro una vez por semana y limpie regularmente el dosificador de detergente. Repítalo siempre que la vajilla esté muy sucia. La acumulación de suciedad genera problemas de lavado y gasto superfluo de energía en su lavavajillas.
Hoy en día la lavavajillas alcanzo tanta popularidad que; quién no tiene hoy una lavavajillas en casa ?